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Gwen Burnyeat

Angélica Sepúlveda

November 23rd, 2022

Los Consejos Territoriales de Paz en Colombia pueden ser una herramienta para la construcción de la paz total

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Estimated reading time: 8 minutes

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Angélica Sepúlveda

November 23rd, 2022

Los Consejos Territoriales de Paz en Colombia pueden ser una herramienta para la construcción de la paz total

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La construcción de paz en Colombia pasa por anclar la resolución de los conflictos armados en el diálogo entre actores territoriales. Los consejos territoriales de paz tienen el potencial de contribuir a tales diálogos, además de reconstruir la confianza en el Estado, una tarea clave para la paz, como analizan Angélica Sepúlveda (anteriormente enlace territorial de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz del gobierno colombiano) y Gwen Burnyeat (Merton College, Universidad de Oxford).

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Los Consejos Territoriales de Paz, Reconciliación y Convivencia son un aspecto poco visible en el escrutinio internacional del acuerdo de paz de 2016 firmado entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP). En el contexto del nuevo gobierno de Gustavo Petro y su política de paz total, que promete la implementación del acuerdo de 2016 y negociar con los demás grupos armados, estos consejos podrían jugar un papel fundamental, pero hasta el momento el presidente Petro no los ha invocado de manera directa.

Los Consejos Territoriales de Paz, Reconciliación y Convivencia (CTPRC) fueron creados dentro del punto del acuerdo de paz sobre participación política. Este punto sirvió para reconstituir el Consejo Nacional de Paz, que se creó en 1998 para asesorar al gobierno nacional en materia de paz, y estuvo inactivo por 19 años. Además, este punto definió la creación de consejos territoriales, de manera análoga al consejo nacional, con la función de asesorar a los alcaldes y gobernadores en cada municipio y departamento.

Oportunidades 

El Consejo Nacional de Paz y los CTPRC son escenarios clave de participación ciudadana en la construcción de paz y se componen de representantes de la sociedad civil y también de la institucionalidad estatal. El Consejo Nacional es presidido por el presidente de la república, y tiene 35 representantes de la institucionalidad estatal, incluyendo representantes del gabinete, la rama ejecutiva, la rama legislativa, la fuerza pública, y los órganos de control. Además, cuenta con 70 representantes de la sociedad civil de diversos sectores sociales, incluyendo de la Iglesia, defensores de derechos humanos, ex combatientes de FARC-EP, academia, empresariado, víctimas del conflicto, comunidad LGTBIQ+, y otros.

Los CTPRC se conforman de manera parecida a nivel departamental y municipal, y son importantes para lograr lo que el acuerdo de paz de 2016 llamó paz territorial, un principio que reconoce las variadas dinámicas del conflicto en diferentes regiones y plantea abordar  las problemáticas locales de manera diferencial, anclado en la participación de los actores del territorio. Este enfoque se vuelve aún más relevante para el nuevo gobierno, ya que una de sus propuestas clave es hacer “diálogos regionales vinculantes” para lograr la paz. Los CTPRC representan un capital social ya construido en materia de espacios de diálogo para la búsqueda de la paz, que sería fundamental aprovechar.

Históricamente en Colombia hay una amplia desconfianza en el Estado, debido a las actuaciones de parte de agentes del Estado en el conflicto armado interno, y a la percepción arraigada que el Estado ha “abandonado” a muchas regiones del país. Reparar la relación Estado-sociedad es uno de los retos principales en la construcción de paz, y en este escenario del nuevo gobierno hay una ventana de oportunidad para construir una nueva alianza gobierno-sociedad para la paz. Debido a su conformación mixta, los CTPRC son un escenario donde se puede avanzar en esa construcción de confianza.

Desde 2017, bajo el gobierno de Juan Manuel Santos, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) tuvo la tarea de estimular la creación en cada gobierno local de sus respectivos consejos territoriales, a través de 26 enlaces territoriales alrededor del país. Esto se mantuvo como una prioridad de la OACP durante el gobierno de Iván Duque, a pesar de la postura ambigua del mandatario frente a la implementación del acuerdo. Hasta la fecha, el 48.3% de los municipios (533 municipios) y todos los 32 departamentos cuentan con los CTPRC creados en el papel. Esto representa más de 13,000 personas en total quienes se han conformado como consejeros de paz, han empezado a trabajar en equipo, y han recibido capacitaciones de parte de organizaciones constructoras de paz, académicos, y representantes de agencias implementadoras del acuerdo de paz, como la Comisión de la Verdad y la OACP.

Sin embargo, una cosa es tener el marco normativo establecido, y otra cosa, el funcionamiento real de estas instancias. Esto depende de varios elementos: la voluntad del mandatario local de participar en los CTPRC y otorgarle recursos humanos y financieros, el empoderamiento de los consejeros en su papel de asesores de los gobiernos locales, y el papel otorgado a los CTPRC en la política nacional de “paz total”.

Los logros de los Consejos en el Oriente Antioqueño

El potencial de estos consejos se ha demostrado en el Oriente Antioqueño, una región de 23 municipios en el departamento de Antioquia. Algunos de sus CTPRC han participado en la resolución de conflictos sociales locales. Por ejemplo, en el municipio de Marinilla, durante el estallido social del año 2021, que logró atención internacional en parte debido a la violencia generada, el CTPRC tuvo reuniones con la policía y pidió acompañamiento y protección a los marchantes, y construyó un protocolo de protección a la protesta social. Gracias su trabajo de mediación y vigilancia, en este municipio no hubo incidentes de violencia a la sociedad civil de parte de agentes de policía, ni tampoco de actos de agresión en contra de la policía de parte de los manifestantes.

En el municipio de Guatapé, el CTPRC identificó que una de las raíces de la conflictividad local es la mendicidad y la prostitución infantil. Decidieron hacer una campaña educativa y de recaudación de donaciones a través de la Iglesia, que es parte del CTPRC de ese municipio, y cuenta con varios programas para ayudar a las familias en situación de mendicidad.

Varios municipios han establecido espacios de diálogo entre diferentes actores del territorio para tratar las conflictividades locales. Por ejemplo, los municipios de San Carlos y San Luis han liderado conversatorios con docentes y estudiantes, programas de radio, y espacios de diálogo comunitario, para reflexionar sobre la convivencia pacífica. El municipio de San Luis también ha liderado espacios de diálogo específicamente entre la comunidad y las entidades de energía hidroeléctrica, con el fin de hacer veeduría ciudadana.

El municipio de San Carlos, que se vio muy afectado por acciones violentas de las FARC, ganó un proyecto con recursos del Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo (PNUD) para implementar unos diálogos por la verdad, para promover la diseminación del informe de la Comisión de la Verdad y su material transmedia. Este tipo de espacios son fundamentales para reconocer las heridas del pasado y construir procesos de reconciliación y sanación, y los consejeros son idóneos actores para liderarlos, ya que conocen las realidades locales y tienen relaciones cotidianas con los habitantes.

Los CTPRC además pueden incidir en las políticas de paz nacional. Durante agosto, septiembre y octubre de 2022, el CTPRC de Marinilla lideró una serie de cumbres en los 23 municipios del Oriente Antioqueño, seguido por 4 cumbres zonales agrupando municipios y una gran cumbre regional, invitando actores que generalmente no hablarían de dialogar entre sí acerca de las necesidades de la región, por ejemplo, representantes de la cámara de comercio y defensores de derechos humanos. Este trabajo  generó unos insumos para el Plan Nacional de Desarrollo que fueron presentados en el diálogo regional vinculante de la región, con temáticas como conservación de los recursos naturales regionales, normalización de los títulos de tierras, la promoción de políticas de paz y reconciliación, y el fortalecimiento de liderazgos comunitarios, entre otros. Este tipo de trabajo de construcción de puentes entre diferentes sectores es fundamental para la construcción de paz.  

Logotipos de algunos de los consejos de paz en Colombia
Logotipos de algunos de los consejos de paz en el Oriente Antioqueño (Colombia)

Los retos de los Consejos

Hay varios retos para que los CTPRC alcancen su potencial. Uno es la falta de interés y voluntad de varios mandatarios locales. Hay mucha variabilidad entre los CTPRC en municipios o departamentos con mandatarios interesados y comprometidos, y otros en donde los mandatarios son reacios a involucrarse en temas de paz por su orientación política, o donde no perciben la utilidad de estas entidades.

Los enlaces locales de la OACP que impulsaron en cada municipio y departamento la creación de los CTPRC han seguido acompañándolos, y muchas veces han tenido que presionar a los mandatarios locales a participar. Sin embargo, cuando los enlaces han disminuido su acompañamiento, los avances se han estancado. Una preocupación es que ahora, con el cambio de gobierno, se ha discontinuado la mayoría de los enlaces, y no existe una entidad en el gobierno central que haga seguimiento a los mandatarios para velar por el cumplimiento de las funciones de los gobiernos locales de los Consejos.

Otro reto es la desigualdad entre la participación de consejeros de la sociedad civil y consejeros de la institucionalidad. Para los funcionarios, parte de su trabajo remunerado es participar en los consejos territoriales. Los consejeros de la sociedad civil, sin embargo, participan sin retribución. No hay estímulos de ningún tipo para ellos; ni siquiera se reconoce su transporte ni estancia para llegar hasta el lugar de las reuniones, y algunos consejeros tienen que trasladarse desde zonas rurales para poder asistir. La OACP ha financiado en algunos casos partes de la logística (alimentación, transporte y alojamiento), pero no ha sido suficiente.

Reconocer el potencial de los Consejos 

En este nuevo contexto en el que el gobierno de Petro busca resolver los diferentes conflictos en Colombia y construir la paz a través de diálogos y empoderamiento regional, los CTPRC son un capital potente. Los consejeros de paz podrían convertirse en líderes locales de paz total. Pero para que esto sea posible, sería importante que Gustavo Petro y su alto comisionado de paz, Danilo Rueda, reconozcan el potencial de estos espacios ya constituidos, y los incluyan en la política de paz nacional y el trabajo de la OACP en las regiones.

Si hubiera un seguimiento real a los mandatarios locales como primeros responsables de los Consejos, estos podrían actuar como mediadores entre gobierno central y local en materia de paz. La nueva ley de orden público propone crear comisionados de paz regionales: esto podría ser una oportunidad para semejante articulación, y aprovechar más del potencial de estas entidades.

Para que los CTPRC sean más sostenibles, sería importante modificar el decreto 885/2017 que los regula, para incluir a sectores hasta ahora excluidos, por ejemplo, quienes están privados de libertad, ejercen la prostitución, migrantes y personas sin hogar. Además, es necesario reconocer con un día de salario mínimo legal a quienes se desplazan hasta las reuniones y facilitarles el transporte y alojamiento, y proporcionarles identificaciones como camisas o chalecos para que sus liderazgos sean visibles, para legitimarles en su territorio y también ofrecer algo de protección, pues algunos se encuentran trabajando en zonas de conflicto.

Con más recursos financieros, se podría garantizar que los Consejos funcionen y tengan un punto fijo para reunirse. Con estas modificaciones, los Consejos podrían aumentar su potencial y ser espacios para la construcción de la paz total.

Notas:
• Este artículo representa las opiniones de las autoras y no del Centro o de LSE
• Por favor lea nuestra política de comentarios antes de comentar
• Encabezamiento:  Reunión de un Consejo de paz en Alejandría, Colombia / Angélica Sepúlveda

About the author

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Gwen Burnyeat

Gwen Burnyeat is a junior research fellow in anthropology in Merton College, University of Oxford. She is author of The Face of Peace: Government Pedagogy amid Disinformation in Colombia (Chicago, University of Chicago Press, 2022) and Chocolate, Politics and Peace-building: An Ethnography of the Peace Community of San José de Apartadó, Colombia (Palgrave Macmillan 2018 and in Spanish translation, Editorial del Rosario 2022), producer of ethnographic documentary Chocolate of Peace.

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Angélica Sepúlveda

Angélica Sepúlveda has degrees in psychology and project management, and a master's in strategic leadership and knowledge management. She was local liaison officer for the Office of the High Commissioner for Peace of the Colombian government between 2017-2022, and accompanied the disarmament of the FARC-EP and the creation of the CTPRC in this role. She previously worked with conflict victims in the Colombian Victims' Unit.

Posted In: Peace in Colombia | Posts en español

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